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¿Alguna vez te has sentido herido, ofendido o rechazado por lo que alguien te dijo o hizo? ¿Alguna vez te has sentido culpable, avergonzado o indigno por lo que alguien te dijo o hizo? Si la respuesta es sí, entonces es probable que hayas tomado las cosas de manera personal. Y eso, según la sabiduría tolteca, es un gran error.
Los toltecas eran una civilización antigua que habitó el centro de México y que se destacó por su arte y su ciencia. Su filosofía se basaba en la práctica del conocimiento y la comprensión del universo. Una de sus principales enseñanzas son los cuatro acuerdos, que son principios para vivir una vida plena y satisfactoria. Estos acuerdos fueron descritos por el médico y escritor mexicano Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos: una guía práctica para la libertad personal”.
El segundo acuerdo de la sabiduría tolteca es “No te tomes nada personal”. Esto significa que debemos entender que lo que las personas dicen o hacen no tiene nada que ver con nosotros, sino con ellos mismos. Cada persona vive en su propio mundo, creado por sus propias creencias, valores, emociones, experiencias y expectativas. Por lo tanto, lo que las personas dicen o hacen es un reflejo de su propia realidad, y no de la nuestra.
¿Por qué nos tomamos las cosas personalmente?
Nos tomamos las cosas personalmente porque tenemos el acuerdo de darle valor a lo que los demás dicen o hacen, y porque nos identificamos con lo que nos dicen o hacen. Es decir, creemos que lo que los demás dicen o hacen define quiénes somos, cómo somos y cómo deberíamos ser. Así, nos dejamos afectar por las opiniones, los juicios, las críticas, los halagos, los rechazos, las ofensas, las mentiras o las manipulaciones de los demás.
Sin embargo, al hacer esto, estamos renunciando a nuestro poder personal y a nuestra libertad. Estamos permitiendo que los demás determinen nuestro valor, nuestra felicidad y nuestra paz. Estamos olvidando que somos seres únicos e irrepetibles, que tenemos nuestra propia verdad y nuestra propia esencia. Estamos negando nuestra propia realidad y nuestra propia responsabilidad.
¿Qué beneficios tiene no tomarse nada personal?
No tomarse nada personal tiene muchos beneficios, tanto para nosotros mismos como para los demás. Algunos de ellos son:
- Mejora nuestra autoestima y nuestra confianza. Al no tomarnos nada personal, nos valoramos y nos queremos por lo que somos, y no por lo que los demás dicen o hacen. Nos aceptamos con nuestras virtudes y nuestros defectos, y no dependemos de la aprobación o el reconocimiento de los demás. Nos sentimos seguros y orgullosos de nuestra identidad y de nuestra expresión.
- Mejora nuestra comunicación y nuestras relaciones. Al no tomarnos nada personal, evitamos reaccionar de forma negativa o defensiva ante lo que los demás dicen o hacen. Nos mantenemos tranquilos y serenos, y podemos escuchar y comprender el punto de vista de los demás. También podemos expresar nuestro punto de vista con respeto y honestidad, sin temor al rechazo o al conflicto.
- Mejora nuestra salud y nuestro bienestar. Al no tomarnos nada personal, liberamos el estrés y la tensión que generan las emociones negativas como el enojo, el miedo, la tristeza, la culpa o el resentimiento. Nos sentimos más relajados y equilibrados, y podemos disfrutar más de la vida. También somos más capaces de perdonar y de soltar el pasado, y de vivir el presente con alegría y gratitud.
¿Cómo no tomarse nada personal?
No tomarse nada personal no es fácil, pero tampoco es imposible. Requiere de conciencia, voluntad y práctica. Aquí te comparto algunos consejos que pueden ayudarte a lograrlo:
- Recuerda que lo que los demás dicen o hacen no te define, sino que refleja su propia realidad. No asumas que conoces sus motivos o intenciones, ni que sabes lo que piensan o sienten. Cada persona tiene su propia historia, sus propios acuerdos, sus propios sueños y sus propios problemas. Respeta su diversidad y su libertad, y no te compares ni te compitas con ellos.
- Recuerda que tú eres el único responsable de tu vida, de tus emociones y de tus acciones. No culpes a los demás por lo que te pasa, ni esperes que los demás te hagan feliz o te resuelvan tus problemas. Tú tienes el poder de elegir cómo quieres vivir, cómo quieres sentir y cómo quieres actuar. Tú tienes el poder de crear tu propia realidad, y de cambiar lo que no te gusta o no te sirve.
- Recuerda que tú eres un ser único e irrepetible, que tienes tu propia verdad y tu propia esencia. No dejes que los demás te digan quién eres, cómo eres o cómo deberías ser. No dejes que los demás te impongan sus creencias, sus valores o sus expectativas. Sé fiel a ti mismo, a tu voz interior, a tu propósito y a tu pasión. Sé auténtico, original y creativo.
Estos son solo algunos consejos que puedes seguir para no tomarte nada personal. Te invito a que los pongas en práctica y que observes los resultados. Verás cómo al no tomarte nada personal, tu vida se transforma para mejor. 😊
Para aplicar estos consejos en tu vida diaria, puedes seguir algunos pasos que te ayudarán a ser más consciente de cómo te tomas las cosas y de cómo te afectan. Por ejemplo:
- Observa cómo te tomas las cosas. Presta atención a cómo reaccionas ante lo que los demás dicen o hacen. ¿Te sientes herido, ofendido, rechazado, culpable, avergonzado o indigno? ¿O te sientes tranquilo, sereno, aceptado, inocente, orgulloso o digno? ¿Qué pensamientos o emociones te generan lo que los demás dicen o hacen?
- Evalúa cómo te tomas las cosas. Reflexiona sobre el impacto que tiene en ti lo que los demás dicen o hacen. ¿Te hace sentir bien o mal? ¿Te motiva o te desmotiva? ¿Te empodera o te limita? ¿Te ayuda o te perjudica? ¿Te acerca o te aleja de tus metas y tus sueños?
- Cambia cómo te tomas las cosas. Si te tomas las cosas de forma personal, trata de cambiar tu perspectiva y de ver las cosas de forma impersonal. Recuerda que lo que los demás dicen o hacen no tiene nada que ver contigo, sino con ellos mismos. Recuerda que tú eres el único responsable de tu vida, de tus emociones y de tus acciones. Recuerda que tú eres un ser único e irrepetible, que tienes tu propia verdad y tu propia esencia.
- Practica cómo te tomas las cosas. Repite el segundo acuerdo tolteca cada vez que te enfrentes a una situación que te pueda afectar. Dite a ti mismo: “No me tomo nada personal”. También puedes usar afirmaciones positivas que refuercen tu autoestima y tu confianza, como “Soy valioso”, “Soy libre”, “Soy feliz”. Busca la forma de expresar tu verdad con respeto y honestidad, sin temor al rechazo o al conflicto.
Estos son solo algunos pasos que puedes seguir para aplicar los consejos del segundo acuerdo en tu vida diaria. Te invito a que los pongas en práctica y que observes los resultados. Verás cómo al no tomarte nada personal, tu vida se transforma para mejor. 😊
Aquí tienes algunos ejemplos prácticos del segundo acuerdo, no te tomes nada personal:
- Imagina que estás en una fiesta, y alguien te hace un comentario desagradable sobre tu aspecto. Te dice que te ves gordo, feo o viejo. Si te lo tomas personal, te sientes herido, ofendido y avergonzado. Te crees lo que te dice, y te dejas afectar por su opinión. En cambio, si no te lo tomas personal, te sientes tranquilo, sereno y orgulloso. No te crees lo que te dice, y no te dejas afectar por su opinión. Recuerdas que lo que dice es un reflejo de su propia realidad, y no de la tuya. Quizá tenga problemas de autoestima, de envidia o de inseguridad, y por eso te ataca. Tú sabes que eres una persona valiosa, bella y joven, y que tu aspecto no define quién eres.
- Imagina que estás en el trabajo, y tu jefe te felicita por un proyecto que has hecho. Te dice que has hecho un excelente trabajo, y que eres un empleado ejemplar. Si te lo tomas personal, te sientes halagado, reconocido y digno. Te crees lo que te dice, y te dejas afectar por su opinión. En cambio, si no te lo tomas personal, te sientes satisfecho, agradecido y humilde. No te crees lo que te dice, y no te dejas afectar por su opinión. Recuerdas que lo que dice es un reflejo de su propia realidad, y no de la tuya. Quizá tenga intereses ocultos, de manipulación o de control, y por eso te elogia. Tú sabes que has hecho un buen trabajo, y que eres un empleado competente, pero que también puedes mejorar y aprender.
- Imagina que estás en una relación, y tu pareja te dice que quiere terminar contigo. Te dice que ya no te quiere, que ya no le gustas, que ya no le interesas. Si te lo tomas personal, te sientes herido, rechazado e indigno. Te crees lo que te dice, y te dejas afectar por su opinión. En cambio, si no te lo tomas personal, te sientes tranquilo, aceptado y valioso. No te crees lo que te dice, y no te dejas afectar por su opinión. Recuerdas que lo que dice es un reflejo de su propia realidad, y no de la tuya. Quizá tenga problemas de comunicación, de compromiso o de infidelidad, y por eso te deja. Tú sabes que eres una persona que merece amor, respeto y fidelidad, y que puedes encontrar a alguien que te los ofrezca.
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