Segundo Acuerdo: No tomes nada personalmente
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30 diciembre, 2023No hagas suposiciones: el tercer acuerdo tolteca para una vida feliz
¿Alguna vez has pensado que sabías lo que otra persona pensaba o sentía, sin preguntarle? ¿Alguna vez has interpretado las palabras o acciones de otra persona, sin verificarlas? ¿Alguna vez has creado problemas o dramas innecesarios, por no comunicarte claramente con otra persona? Si la respuesta es sí, entonces es probable que hayas hecho suposiciones. Y eso, según la sabiduría tolteca, es un gran error.
Los toltecas eran una civilización antigua que habitó el centro de México y que se destacó por su arte y su ciencia. Su filosofía se basaba en la práctica del conocimiento y la comprensión del universo. Una de sus principales enseñanzas son los cuatro acuerdos, que son principios para vivir una vida plena y satisfactoria. Estos acuerdos fueron descritos por el médico y escritor mexicano Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos: una guía práctica para la libertad personal”.
El tercer acuerdo de la sabiduría tolteca es “No hagas suposiciones”. Esto significa que debemos evitar asumir cosas que no sabemos con certeza, y que debemos comunicarnos claramente con los demás para evitar malentendidos y conflictos. El autor dice que “la forma más sencilla de evitar suposiciones es hacer preguntas. Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no entiendes algo, pregúntalo. No des nada por supuesto”.
¿Por qué hacemos suposiciones?
Hacemos suposiciones porque tenemos el acuerdo de creer que sabemos lo que los demás piensan o sienten, y porque tenemos miedo de preguntar o de expresar lo que pensamos o sentimos. Es decir, creemos que podemos leer la mente de los demás, y que los demás pueden leer la nuestra. Así, nos basamos en nuestras propias creencias, valores, emociones, experiencias y expectativas para interpretar la realidad, sin tener en cuenta la de los demás.
Sin embargo, al hacer esto, estamos creando una distorsión de la realidad, y nos estamos alejando de la verdad. Estamos proyectando nuestras propias ideas y fantasías sobre los demás, y estamos ignorando sus verdaderas intenciones y motivaciones. Estamos creando una barrera de comunicación y de comprensión, que puede generar confusión, frustración y decepción.
¿Qué beneficios tiene no hacer suposiciones?
No hacer suposiciones tiene muchos beneficios, tanto para nosotros mismos como para los demás. Algunos de ellos son:
- Mejora nuestra comunicación y nuestras relaciones. Al no hacer suposiciones, nos comunicamos de forma clara y efectiva, y evitamos malentendidos y conflictos. Al preguntar y verificar la información, nos aseguramos de que las cosas nos queden claras, y de que los demás entiendan lo que queremos decir. Al expresar lo que pensamos y sentimos, nos mostramos auténticos y honestos, y respetamos la diversidad y la libertad de los demás.
- Mejora nuestra salud y nuestro bienestar. Al no hacer suposiciones, liberamos el estrés y la tensión que generan las suposiciones negativas, como el miedo, la duda, la culpa o el resentimiento. Nos sentimos más tranquilos y equilibrados, y podemos disfrutar más de la vida. También somos más capaces de aceptar la realidad tal como es, y de adaptarnos a los cambios y a las sorpresas.
- Mejora nuestro aprendizaje y nuestro crecimiento. Al no hacer suposiciones, nos abrimos a la posibilidad de conocer y comprender mejor a los demás, y de aprender de sus experiencias y conocimientos. También nos abrimos a la posibilidad de cuestionar y mejorar nuestras propias creencias y acuerdos, y de ampliar nuestra visión y nuestra conciencia.
¿Cómo no hacer suposiciones?
No hacer suposiciones no es fácil, pero tampoco es imposible. Requiere de conciencia, voluntad y práctica. Aquí te comparto algunos consejos que pueden ayudarte a lograrlo:
- Pregunta antes de suponer. Si no sabes algo con certeza, no lo des por hecho. Pregunta directamente a la persona que te interesa, y asegúrate de que te responda con claridad. No tengas miedo de parecer ignorante, curioso o indiscreto. Es mejor preguntar que suponer.
- Verifica antes de interpretar. Si tienes alguna duda sobre lo que una persona dice o hace, no lo interpretes a tu manera. Verifica la información con la persona o con otras fuentes, y asegúrate de que sea verdadera y relevante. No te dejes llevar por tus prejuicios, tus emociones o tus expectativas. Es mejor verificar que interpretar.
- Expresa antes de callar. Si tienes algo que decir o preguntar, no te lo guardes. Expresa lo que piensas o sientes, y asegúrate de que los demás te escuchen y te entiendan. No asumas que los demás saben lo que quieres o necesitas. Es mejor expresar que callar.
Para aplicar estos consejos en tu vida diaria, puedes seguir algunos pasos que te ayudarán a ser más consciente de cómo haces suposiciones y de cómo te afectan. Por ejemplo:
- Observa cómo haces suposiciones. Presta atención a cómo asumes cosas que no sabes con certeza, y cómo interpretas las palabras o acciones de los demás. ¿Tus suposiciones son positivas o negativas? ¿Son verdaderas o falsas? ¿Son relevantes o irrelevantes? ¿Qué pensamientos o emociones te generan tus suposiciones?
- Evalúa cómo haces suposiciones. Reflexiona sobre el impacto que tienen tus suposiciones en ti mismo y en los demás. ¿Tus suposiciones te hacen sentir bien o mal? ¿Te ayudan o te perjudican? ¿Te acercan o te alejan de la verdad y de la realidad? ¿Tus suposiciones hacen sentir bien o mal a los demás? ¿Los ayudan o los perjudican? ¿Los acercan o los alejan de la verdad y de la realidad?
- Cambia cómo haces suposiciones. Si tus suposiciones son negativas, falsas o irrelevantes, trata de cambiarlas por preguntas, verificaciones o expresiones. Busca la forma de obtener información clara y verdadera, y de comunicarte de forma efectiva y respetuosa. No te dejes llevar por tus prejuicios, tus emociones o tus expectativas. Es mejor saber que suponer.
- Practica cómo haces suposiciones. Repite el tercer acuerdo tolteca cada vez que te enfrentes a una situación que te pueda confundir o frustrar. Dite a ti mismo: “No hago suposiciones”. También puedes usar afirmaciones positivas que refuercen tu confianza y tu curiosidad, como “Soy un buscador de la verdad”, “Soy un comunicador eficaz”, “Soy un aprendiz constante”. Busca la forma de preguntar, verificar y expresar lo que quieres saber, entender o decir.
Estos son solo algunos pasos que puedes seguir para aplicar los consejos del tercer acuerdo en tu vida diaria. Te invito a que los pongas en práctica y que observes los resultados. Verás cómo al no hacer suposiciones, tu vida se transforma para mejor.
Aquí tienes algunos ejemplos prácticos del tercer acuerdo, no hagas suposiciones:
- Imagina que estás esperando una llamada de tu amigo, y no te llama. Si haces suposiciones, puedes pensar que está enojado contigo, que no le importas, que te ha olvidado. Estas suposiciones son negativas y te hacen sentir mal. Te crean ansiedad, tristeza o resentimiento. En cambio, si no haces suposiciones, puedes pensar que está ocupado, que tiene algún problema, que se le ha acabado la batería. Estas suposiciones son neutras o positivas, y no te hacen sentir mal. Te dan tranquilidad, comprensión o paciencia. O mejor aún, puedes no suponer nada, y simplemente llamarlo tú mismo, y preguntarle qué pasa. Así te aseguras de obtener una respuesta clara y verdadera, y de evitar malentendidos y conflictos.
- Imagina que estás en una reunión de trabajo, y tu jefe te hace una pregunta sobre un proyecto que has hecho. Si haces suposiciones, puedes pensar que te está poniendo a prueba, que no confía en ti, que quiere despedirte. Estas suposiciones son negativas y te hacen sentir mal. Te crean miedo, duda o culpa. En cambio, si no haces suposiciones, puedes pensar que te está dando una oportunidad, que quiere conocer tu opinión, que quiere felicitarte. Estas suposiciones son neutras o positivas, y no te hacen sentir mal. Te dan confianza, seguridad o orgullo. O mejor aún, puedes no suponer nada, y simplemente responder a su pregunta con honestidad y profesionalidad, y verificar si ha quedado satisfecho con tu respuesta. Así te aseguras de comunicarte de forma efectiva y respetuosa, y de evitar confusiones y frustraciones.
- Imagina que estás en una cita con una persona que te gusta, y te dice que le encanta tu sonrisa. Si haces suposiciones, puedes pensar que te está mintiendo, que se está burlando de ti, que tiene segundas intenciones. Estas suposiciones son negativas y te hacen sentir mal. Te crean desconfianza, vergüenza o rechazo. En cambio, si no haces suposiciones, puedes pensar que te está diciendo la verdad, que te está halagando, que le gustas. Estas suposiciones son neutras o positivas, y no te hacen sentir mal. Te dan alegría, gratitud o atracción. O mejor aún, puedes no suponer nada, y simplemente agradecerle el cumplido, y expresarle lo que tú sientes o piensas sobre él o ella. Así te aseguras de mostrar tu autenticidad y tu honestidad, y de evitar malinterpretaciones y decepciones.
Estos son solo algunos consejos que puedes seguir para no hacer suposiciones. Te invito a que los pongas en práctica y que observes los resultados. Verás cómo al no hacer suposiciones, tu vida se transforma para mejor. 😊
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